Parece obvio pero a veces es necesario repetirlo: para que tu empresa funcione, tenés que vender. La actividad comercial es fundamental pero no tan simple. Los números globales del negocio pueden mentir. Es fundamental dejar de mirar solo la facturación total del mes, del trimestre o del año por que de ese modo, el colapso sorprende de un momento para el otro. Algunas de las preguntas que deberías hacerte (y responderte) son:
- ¿Cuántas son las unidades vendidas?
- ¿Cuántos tickets emitimos?
- ¿A cuántos clientes les estamos vendiendo?
- ¿Con qué artículos hago el “grueso” de mi facturación?
- ¿Cuál es el margen que estoy manejando?
- ¿Le estoy ganando a la inflación?
Si podés responder la mayoría de las preguntas, tenes las señales bajo control. Si no podes responder a la mayoría, deberías tratar de entender qué está pasando respecto de lo comercial para evitar perder clientes, que las ventas caigan o que en algún momento te encuentres el depósito lleno de mercadería.
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