Rentabilidad empresarial: ¿Cuánto estás ganando?

No todos los empresarios tienen tan en claro cuán rentable es su negocio. En esta nota, te contamos todo lo que tenés que tener en cuenta para conocer la respuesta.

Ser rentable. Ser viable. Generar utilidades. Llamalo como quieras, como más te guste, o llamalo simplemente como lo que es: ganar plata. Y es en este objetivo en el que los dueños de pequeñas y medianas empresas deberían centrarse, más allá de lo operativo o lo cotidiano en la empresa.

La estrategia, el rendimiento del equipo, la planificación y todo de lo que hablamos a diario en Kluger Consultores, está orientado a eso: a que tu empresa sea rentable. En un entorno tan dinámico como el de la región en líneas generales y en particular el de Argentina, nos lleva a tener que estar muy atentos a lo que pasa en términos de costos.

El cálculo de la rentabilidad de tu empresa no varía de los del resto del mundo pero sí, en el sur de latinoamérica tenemos otros jugadores. Inflación, dólar, exportaciones, importaciones. Todo influye en la propia economía de tus negocios. Trasladar cada uno de estos ítems al precio de tus productos se vuelve un desafío cotidiano. ¿Por qué? Porque simplemente en cuando dejaste pasar uno, empezaste a perder dinero.

COSTOS: fijos, variables y ocultos.

Si sos de la vieja escuela y te recibiste de perito mercantil, en ‘ Contabilidad I’ definíamos costo como el valor de lo que necesita una empresa para producir un bien o servicio. Paso siguiente nos tocaba clasificarlos entre costos fijos y variables. Dentro del primer grupo estaba todo aquello que no variaba en función de la producción como el alquiler, los sueldos, los impuestos, mientras que dentro del segundo si estaban los que se alteraban de acuerdo a cuánto se produce. 

 

Todo más que claro pero cuando nos alejamos de los manuales, la realidad es otra. Por un lado, el costo “fijo” no es tan fijo y el costo variable es aún más variable. Aún así, el error más frecuente en términos de gestión se da en los costos ocultos: aquellos que sabemos que están pero no estamos tan seguros si es o no es un costo.  

 

Uno de los protagonistas de este grupo, si no es EL protagonista, es el sueldo del dueño/empresario. Si, así como lo lees. A veces se cree que ese dinero tiene que ver con las utilidades pero es un sueldo, como el de cualquier otro empleado. El poder contabilizarlo como tal te da orden y al cierre del balance te va a acercar a un número más real sobre la rentabilidad de tu empresa. 

 

Otros gastos ocultos tienen que ver directamente con las ineficiencias productivas ya sea porque se invierte poco en el mantenimiento del equipo, por la falta de capacitación/idoneidad de los responsables de producción. Es decir: cuando el producto o servicio sale mal, no cubre las expectativas del cliente. Más allá del rehacer o pulir ese trabajo, la inversión de tiempo y materia prima, cuando esto ocurre estás perdiendo y a veces en estas situaciones estás perdiendo por goleada. 

 

¿Cuáles son otros costos ocultos? En los pequeños gastos diarios que se anotan vaya a saber uno dónde o en el dinero que vos pones de tu billetera para invitarle un café a un proveedor o a un cliente y que nunca registraste porque total, el dinero siempre sale de la misma caja ¿No?

 

No. El orden y el control de costos es tan importante para la rentabilidad como mejorar la productividad de tu equipo o lograr que los recursos estén 100% enfocados en sus tareas.   

 

¿Hace cuánto no revisas la estructura de costos de tu empresa? ¿Sabés cuánto estás ganando? Si crees que estás perdiendo dinero ¿Tenés una idea de cuánto? Es hora de que hablemos sobre el futuro de tu empresa.