Si los negocios florecen, a toda Pyme y empresa familiar le llega el momento de profesionalizarse. Profesionalizarse, en este contexto, implica alcanzar los niveles más altos de performance y ética. Adaptar nuestra empresa a las necesidades profesionales que dicta el mercado y que su propio crecimiento le impone.

Es el momento en el que sentimos que la empresa “se nos va de las manos”, que ya no podemos seguir sus pasos y guiar su crecimiento nosotros solos. En las empresas familiares, suele involucrar también el cambio de mando o sucesión. Pero esta sensación de pérdida de control no es necesariamente genuina: sólo apunta a la contratación de gerencia externa, un ítem que puede estar presente en la profesionalización pero que no es absolutamente necesario.

El dueño de la empresa, tanto en los casos de profesionalización de Pymes como empresas familiares, suele ser el principal obstáculo. Lógicamente, ha sido el que construyó la empresa y no es fácil ceder parte de su poder o abrirse a nuevos procesos que le han tomado tanto tiempo para perfeccionar. Las empresas suelen estar hechas a imagen y semejanza de sus dueños. Por eso es importante que se entienda la profesionalización como un proceso que se va a dar a lo largo de un período de tiempo y a través de acciones específicas. Se debe reevaluar la filosofía de la empresa, sus valores, objetivos y rutinas de trabajo; las expectativas de los clientes y las relaciones empresariales.

Algunos de los puntos a tener en cuenta en la profesionalización de una Pyme o empresa familiar, previos o coincidentes con la contratación de gerencia externa, son los siguientes:

Identificar las aéreas a mejorar: Necesitamos saber cuáles son las aéreas de nuestra empresa que se beneficiarían de un enfoque más profesional, qué procesos necesitan una atención más informada y en qué medida se deben implementar los cambios.

Organizar el área de RRHH: Una de las medidas más fáciles de implementar para la profesionalización de una Pyme o empresa familiar es la contratación de personal calificado para ocupar puestos clave en la empresa. La selección de personal pasa a ser un punto primordial para lograr alcanzar nuestros nuevos objetivos.

Adaptar los recursos: La profesionalización implica también avanzar en los recursos existentes, ya sea sistemas informáticos, insumos o tecnología de fabricación. Avanzar con los tiempos siempre es un signo de profesionalización.

Para que la profesionalización de una Pyme o empresa familiar siempre es muy importante la contratación de un consultor externo, que nos ayude a implementar el proceso de profesionalización.