Fernando Kluger, director de Kluger Consultores, te relata en primera persona, su visión sobre la Gestión de Pequeñas y Medianas Empresas.
Periódicamente releo libros de negocios que me resultaron interesantes. Suelo marcarlos, subrayarlos, pintarlos.
Crear un ambiente con foco en la EJECUCIÓN no es fácil. Ejecutar correctamente las cuestiones correctas puede ser la diferencia entre ganar o perder plata, entre vivir y sobrevivir, especialmente en las #PyMES.
La ejecución, es el eslabón que muchas veces perdemos de vista, particularmente en Pequeñas y Medianas Empresas. Si la ejecución no forma parte de la cultura de la empresa, las cosas que se supone que deben ocurrir no ocurren: ya sea que las organizaciones no son capaces de hacer que ocurran, o los directivos subestiman los retos que sus empresas encaran, o ambas cosas.
La diferencia que pocos directivos conocen es la que existe entre lo que la empresa quiere lograr y la capacidad de la organización para lograrlo, dicen los autores del libro “El arte de la ejecución en los negocios”.
La ejecución es una manera sistemática de exponer la realidad y actuar en ella. Requiere de un diálogo intenso con el equipo de gente con la que uno trabaja para que salgan a flote las realidades de la operación. Requiere discutir abiertamente y acordar los “cómo” y los “qué”. Requiere poner en claro los resultados obtenidos y dar seguimiento a las acciones para asegurarse que las cosas marchen dentro de lo previsto.
Descubre las características de uno de los modelos directivos que te permite lograr una PyME más autónoma.
La ejecución no suena muy sexy. No es sexy. Y menos aún si la llamamos como la llamamos acá en Argentina: Gestión. Tal vez sea esa la razón por la que muchos directivos no logran comprometerse con esta disciplina. Puede parecer tedioso, aburrido, repetitivo. Pero en realidad representa un desafío intelectual, emocional y creativo.