Lo que sucedió en la región allá por marzo de 2020, no lo hubiéramos imaginado ni en la peor de nuestras pesadillas. Realmente nos puso en jaque como empresarios que combinadas con nuestras cuestiones personales, llevaron a días de mucho estrés.

Si bien en términos sanitarios no tenemos bien claro cuándo es el fin de la pandemia, en términos empresariales es hora de dar vuelta la página. No hay más chances de seguir esperando y pensar en que las cosas van a ser como antes, está absolutamente descartado.

Ya sabemos que las empresas latinoamericanas aceleraron al máximo sus procesos de digitalización y que los usuarios dispararon las cifras del comercio electrónico. Ahora la pelota vuelve a estar en nuestra cancha. Antes de la pandemia destacamos la importancia de la experiencia de usuario. Que el usuario se haya acostumbrado a la compra on-line de ninguna manera supone que tengamos de desestimar nuestros esfuerzos en la experiencia sino por el contrario, hay que duplicarlos. La experiencia on-line tiene que estar a la altura o superar la experiencia física. El usuario tiene más acceso a la información, comparar le resulta más fácil pero además, valora otros beneficios como la capacidad de financiación, el tiempo de entrega, las condiciones en las que recibe el producto y más.

Pero al margen de todo esto, si algo nos enseñó la pandemia es a entender que como dueños de Pequeñas y Medianas Empresas, tenemos la necesidad de aprender mucho sobre la gestión. Tenemos que aprender a gestionar el cambio, las crisis, los equipos, el flujo de trabajo, y además de todo esto, el tan preciado tiempo.

Hace un tiempo, Fernando Kluger, Director de la consultora, nos decía que todo esto de la gestión es, nada más ni nada menos que exponer la realidad de la empresa y actuar en ella. Podemos hablar de muchas claves en términos de gestión, pero dejanos decirte algo: en el post pandemia hay dos que se vuelven diálogo con el equipo y el control sobre los resultados, se vuelven fundamentales.

Es la única manera que salgan a flote los resultados de la operación y asegurarse que las cosas salgan dentro de lo previsto. Más cuando tenemos que adaptarnos más rápido que nunca a nuevas realidades de consumo, trabajo y producción.