¿Cómo encarar un proceso de planificación empresarial?

Si algo entendimos en el 2020, es que nada está bajo control. Las PyMES ya venían ‘justitas’, aguantando. Esperando para ver si la cosa cambiaba. Y si, cambiar cambio. Mucho. Nadie se esperaba un año así, pero dentro de esta generalización están quienes pudieron sobrevivir a los tumbos y quienes supieron hacerlo de manera más ordenada.

¿Cómo encarar un proceso de planificación empresarial?

En Kluger Consultores creemos en la planificación dentro de la empresa porque es un instrumento que le otorga a la PyME algo que es un común denominador: orden. El mayor motivo por el cual los empresarios PyMES están desbordados es por el desorden y ahí empiezan los grandes problemas: falta de tiempo, estar atajando problemas, el aire se corta con una tijera, la motivación se fue y desde luego todo esto no nos permite ver claramente el rumbo que toma la empresa. Cuando frenamos un minuto la situación está fuera de control. 

 

Puede que muchos empresarios después de este año estén descreídos de que la planificación sirve para algo. El problema es que la planificación no es algo que se hace una vez, en diciembre o enero y listo, nunca más. La planificación es una filosofía que deberías aplicar tanto a nivel macro como micro.  Como te adelantamos en este post que la planificación es una hoja de ruta para tu empresa:

¿Qué vas a hacer el año que viene? Seguro que ya tenés una idea más o menos de para donde agarrar. Ahora es el momento...

Publicado por Kluger Consultores Especialistas en Pymes en Lunes, 14 de diciembre de 2020

Sabemos que no es fácil planificar. Qué necesitas encontrar el momento y la metodología que te resulte más efectiva para planificar. Pero para empezar identifiquemos los seis elementos principales de la planificación empresarial. Se trata de las condiciones actuales, los objetivos, el plan de acción, la asignación de recursos, la ejecución y el control del plan.

Cuando hablamos de las condiciones actuales nos referimos a evaluar las tendencias del mercado, los indicadores económicos, la competencia y por supuesto, los recursos con los que cuenta tu empresa.

Los objetivos, de los cuales te hablamos en esta nota, pueden ser cuantitativos o cualitativos y están profundamente ligados con el “a dónde te gustaría llegar”. Acordate que deben ser medibles, alcanzables, desafiantes y tener un tiempo concreto para su alcance.

El plan de acción, tal como su nombre lo indica, desglosa las acciones específicas que se van a desarrollar en función de cumplir con los objetivos propuestos. Este elemento es prioritario y esencial para definir la asignación de recursos, es decir, evaluar en función de esas acciones quienes son los miembros del equipo mejor capacitados para desarrollar las acciones que te permitan acercarte a los objetivos.

La ejecución, de la que también te hablamos en nuestro blog, es hacer que las cosas ocurran. Es exponer la realidad y actuar sobre ella, dejando al descubierto las realidades de la operación. Es esta la etapa en la que todo aquello que tenías plasmado para tu empresa se vuelve tangible y es acá donde es más que importante contar con esa hoja de ruta para no desviarnos.

¿Cómo te vas a dar cuenta que te estás desviando? Es el último elemento del proceso de planificación el que te va a dar esa respuesta: el control. Esta última etapa es la cual se supervisa la ejecución y se modifican los objetivos, los recursos, las actividades, a fin de conseguir eso que te propusiste.

Es hora de que empieces a sacar cosas de tu cabeza, bajarlas a papel (o a digital, como busques) y puedas trabajar para tu empresa a corto y a mediano plazo, sin descuidar el día a día pero sin que tampoco este el que se lleve toda la atención.

Si llegaste hasta acá, vas a poder seguir adelante. Por nuestra parte, siempre estamos dispuestos a charlar sobre tu PyME, con un café de por medio.

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